La Silla Rota

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viernes, 26 de abril de 2013

Cisnes Salvajes de Chung Jeng - Reunión


Hola a todas:
                En una actualidad política bastante alborotada y luego de haber pospuesto varias veces su lectura nos reunimos en casa de Julieta a conversar sobre Cisnes Salvajes (CS), un libro propuesto por Lolita H. que a todas nos encantó y del cual aprendimos muchísimo.
                Aunque nos reunimos antes con la intención de hablar nosotras un poco del libro antes de que llegara el invitado realmente fue imposible, en nuestro país están pasando tantas cosas que nos inquietan y que no sabemos cómo se van a solucionar.
                Al final de este resumen les copio un análisis que encontré en internet que me pareció bien completo.
Tuvimos como invitado a Aníbal Romero (académico y analista político venezolano de amplia trayectoria). Desde que llego se mostró cálido, accesible y de grata conversación con experiencia docente lo que le da claridad y organización de ideas. Muy amablemente se leyó el libro que le hicimos llegar y comenzó de una vez comentando que CS es un libro que narra una historia personal y familiar en un contexto histórico durante los siglos XIX y XX.
Aclaro que CS no es una novela histórica, es una  memoria a lo largo de 3 generaciones. Comento que la Revolución China o Cultural fue algo muy novedoso en China que cambio su cultura milenaria.
Por solicitud de AR durante la reunión tratamos de mantener el foco en el libro sin  desviarnos a la situación en Venezuela, ya que eso sería conducirnos a una interminable discusión así que tratamos de no desviarnos (no siempre lo logramos), ya que hay muchas analogías con nuestra realidad actual, pero aquello era en serio, era realmente ideológico. Fue un totalitarismo moderno lo que paso en China.
Este libro retrata la cultura China donde el individuo no es importante lo que importa es el colectivo (esto se siente todavía actualmente en China). En Occidente somos más individualistas que colectivos.  El carácter de una civilización construida sobre el trabajo colectivo suavizo los ímpetus individuales.
Nos habló sobre el Marco histórico en que se desarrolla el libro. Del trabajo en China, su importancia,  todo gira en torno al trabajo hasta los castigos y las sanciones. De la familia. La Mujer. El individuo. Lo espiritual. Lo religioso enfocado en los rituales. El aislamiento de China. El radicalismo maoísta y del Mesianismo y el carisma. Son siglos de historia y de cultura. La historia de China es una historia muy larga que no puede ser segmentada.
Nos leyó unos pasajes de Enrica Colotti  (historiadora italiana, marxista) sobre la revolución que sirven para entender un poco sobre China.  En algunos de ellos se explica cómo los chinos sienten que los que no eran chinos eran bárbaros, su Muralla China era para defender a China de los bárbaros, no sólo era una estructura militar también era una estructura cultural. Hay que evaluar por qué China se queda atrasada en relación a sus vecinos. China posee una cultura sumamente conservadora.
El fenómeno de la revolución maoísta es un fenómeno moderno. El cristianismo reivindica el individuo. El maoísmo reivindica la comunidad. La historia China está basada en el consenso, cuando se rompía el consenso venían grandes desequilibrios que no traían la paz hasta que lograba el consenso otra vez. El emperador era Dios, era inaccesible.
Reflexionamos sobre que “el comunismo es una ideología que pide a cada quien según sus capacidades y se le da a cada quien según sus necesidades”.
AR también nos habló sobre la historia moderna de China, nos leyó frases de Mao y sus teorías estratégicas de guerra. Mao desarrollo una estrategia militar en condiciones desiguales, era una revolución campesina. Su estrategia está definida así: Si el enemigo avanza….nos retiramos. Si el enemigo acampa….lo acosamos. Si el enemigo se cansa….lo atacamos. Si el enemigo se retira….lo perseguimos.
AR nos recomendó meternos en una pág. en internet que se llama “The world factbook” allí conseguimos datos e historia de todos los países del mundo.
Antes de finalizar Julieta leyó una visión de AR  de China en su visita hace 8 años: Le pareció un país de hondos contrastes entre la civilización de las ciudades y de los campos. Es la expansión del capitalismo salvaje en un orden político autoritario.
Su definición de la economía China es que “es un problema de división y multiplicación “.  No importa cuánto se produzca, cuando se divide entre 1500 millones de habitantes se convierte en poco. Igualmente un problema por muy pequeño que sea si se multiplica por 1500 millones de habitantes se convierte en un gran problema.
No podíamos dejar de conversar con él sobre la actualidad política, qué realmente está pasando en Venezuela?  y hacia dónde vamos?. Tenemos muchas inquietudes que requieren de una reunión exclusiva para drenarlas por lo que quedamos en contactar a alguien que nos dé una charla. Aníbal se despidió de todas luego de la tradicional foto, nos dejó su mail anibalromero@hotmail.com  para que lo contactáramos y nos invitó a que en el futuro nos leyéramos uno de sus libros y lo volviéramos a invitar.
CS es un libro muy completo que da mucho para discutir y aunque la invitación de AR fue maravillosa siento que nos faltó intercambiar ideas sobre muchas cosas inquietantes e interesantes que suceden en el libro, es un libro donde la mujer es protagonista y pasa por muchas situaciones que estoy segura nos marcaron. Yo particularmente subraye muchas cosas que me hubiera gustado que intercambiáramos nuestras opiniones.
Por el chat mandaron su puntuación:
Diana: 9
Lolita H.: 9
Julieta: 9
Noemi: 9
Diana: Le gustó mucho, se le hizo largo, cree que hay descripciones (sobre todo de paisajes y otros detalles irrelevantes) que ha podido quitar.
Lolita H. ídem.
Julieta: Me sorprendió mucho lo que aprendí. Todos los capítulos me aportaron una visión clara de lo que ahí sucedía. El libro capto mi interés desde el principio y me atrapo hasta la pág. 400, luego ya me aburrió un poco. Debo agregar que la autora no hace uso de recursos y la narrativa es bastante plana, sin embargo, la historia es tan fascinante que no necesita de nada más.
Noemi: Le encanto, al igual que Julieta al final ya se le hizo largo. El posfacio le fascino su explicación y reflexión sobre todo lo que vivió y como se pudo adaptar a una nueva vida en Inglaterra aprovechando toda su experiencia de vida y no quedándose callada ante lo que sucedió.

Para esta reunión no asistieron Gloria (por el matrimonio de su hija Andrea en Bogotá), Marian (por el nacimiento de nieta en Miami) y Ana T (por  la operación de su esposo), felicitamos a todas por sus acontecimientos y nos alegramos de la recuperación de Pedro.

De nuevo muchas gracias a Julieta por su amabilidad y rica merienda y a Amada por haber hecho el contacto con Aníbal Romero.

La próxima reunión quedo pautada para el martes 28 de Mayo a las 10:00 am, nos leeremos “Las horas distantes” de Kate Morton.

Cariños a todas
Noemi

Análisis de Cisnes Salvajes extraído de www.criticadellibro.com
                Cisnes salvajes es una novela extraordinaria, no sólo por la profusión de vivencias a través de las cuales la autora relata con inusitada amenidad la historia china durante el siglo precedente, sino por las sobrecogedoras conclusiones que analizándolas pueden inferirse.
La estructura narrativa es bastante sencilla, Jung Chan abre las puertas de su historia familiar para hacerla converger con la Historia de su país. La vida de su abuela, de su madre y la suya propia, eje fundamental del texto, se transforman en la caída del Imperio, la República de los Señores de la Guerra, la dominación japonesa, el gobierno del Kuomintang, la guerra civil, la dictadura comunista, el Gran Salto Adelante y la espeluznante Revolución Cultural. Es también, en cierta medida, una biografía de Mao Zedong, de su carácter, de su pensamiento, de sus temores, de sus ambiciones pero sobre todo de sus métodos de control.

A diferencia de la Unión Soviética, donde la Cheka era el principal instrumento de represión y control, en su patria Mao supo valerse del vulgo para perpetuarse en el poder. ¡Sus servicios secretos estaban compuestos por 600 millones de chinos! Además, este mecanismo totalizador respondía, de la misma manera, a una de las eternas y dementes obsesiones del déspota asesino, el conflicto continuado entre la población, como extensión de la revolución permanente y de una interminable lucha de clases. Pero para ello, el régimen tuvo que articular una estrategia, no plagada de profundos errores tácticos, destinada a anular al individuo y someterlo de manera absoluta a los designios del "Gran Timonel". Está destrucción de la conciencia individual se articuló en cinco grandes pilares: destrucción de la economía de mercado, idiotización de la sociedad, deificación de Mao, depuración de los opositores y transformación de la familia en una simple organización administrativa.

Mao se dispuso controlar toda la economía china para, por una parte, eliminar cualquier posibilidad de iniciativa y genialidad ciudadana y, por otra, subordinar la supervivencia de su pueblo a una producción suministrada por la maquinaria estatal. A principios de la década de los 50, se inicia con tal propósito la campaña "de los Tres Anti", esto es, la lucha contra la corrupción, el derroche y la burocracia, seguida poco tiempo después por la campaña "de los Cinco Anti", contra el soborno, la evasión de impuestos, el fraude, el robo de propiedad estatal y la obtención de información privilegiada. Estas medidas, cuyos objetivos en cualquier sociedad democrática hubieran sido impecables, en las manos de Mao se tradujeron en durísimas persecuciones contra funcionarios del partido (condenados en la mayoría de los casos por animadversiones personales) y sobre todo contra todos los capitalistas y burgueses del país. ¿Resultado? La gente rehuyó todo contacto con el dinero, dejando la producción en manos del Estado. Empero, sin duda, lo que más desgastó la economía China y más hizo depender a la población del escaso alimento proveído en las comunas fue el Gran Salto Adelante de finales de los 50. No se trata de analizar aquí las numerosas causas que provocaron la crisis (básicamente el empecinamiento de Mao por superar la producción de acero norteamericana desatendiendo la producción de alimentos), basta mencionar el resultado: estimaciones a la baja hablan de 40 millones de muertos por inanición, la mayor hambruna de la historia de la humanidad.

Mucho se ha comentado cuánto contribuyó el la dictadura roja por extender la educación a todas las clases populares, lo cual no es menos falaz que el tópico de que Mao dio una tacita de arroz a todos los chinos durante el Gran Salto Adelante. La Revolución Cultural supuso un brutal retroceso instructivo en la medida en que la mayoría de los profesores fueron considerados "enemigos de clase", el estudio "una costumbre burguesa", el éxito escolar "el principio de la metamorfosis aristocrática" y los libros "los mamporreros del imperalcapitalismo". Me atrevo a decir que nunca nadie será capaz de ponderar con fiabilidad el costo humano, económico y sobre todo cultural que conllevó para China. La consigna habitual de "romper con la tradición" arrastró a los enajenados "guardias rojos", generalmente chiquillos menores de 15 años, a destruir todas las obras de arte ancestrales, incluida la quema de libros al estilo nazi – como manuscritos únicos que se perdieron para siempre. La mera lectura autorizada era, como no, "El libro rojo de Mao", un compendio de frases horteras y yermas, que se recitaba a modo de letanía incuestionable durante todas las clases.

Sin embargo, si bien la eliminación del discernimiento ciudadano era uno de los propósitos de la Revolución Cultural, lo que se escondía en el trasfondo era una atroz purga del partido y la idolatría hacia el líder supremo. La represión contra los militantes fue extensa y profunda. La práctica totalidad de los altos funcionarios fueron anatematizados y sometidos a la autocrítica pública, consistente en continuos apaleamientos y vejaciones. Incluso Liu Shaoqui, presidente de la República Popular, y Deng Xiaoping, considerados ambos representantes de un cierto revisionismo a lo Jruchev, fueron destituidos de sus cargos, puestos bajo arresto domiciliario, sin menosprecio de ciertas torturas "imprevistas".

Siguiendo la siniestra lógica del terror maoísta, cuando vemos con qué crueldad, dureza, indiferencia y brutalidad socavó la fiel plataforma roja de sus acólitos en el partido no cuesta demasiado imaginar qué debió ser de la vaga disidencia contra el Régimen tiránico. La primera gran purga se llevó a cabo en 1951, dos años después de la proclamación del marxismo en China. Su objetivo era eliminar a los "contrarrevolucionarios" (todos los ciudadanos que habían integrado, años atrás, las filas del ejército del Kuomintang, liderados por Chiang Kai-shek, y que no se habían exiliado a Taiwán). Quienes no fueron suprimidos físicamente, padecieron una hiperbólica marginación social, al estilo de los parias indios. No contento con esta primera "purificación" Mao emprendió varias persecuciones más. En 1955 si inició una nueva "catarsis" destinada a descubrir a los "contrarrevolucionarios ocultos" (espías del Kuomintang y de la CIA); un año más tarde bajo el grito "que florezcan las cien flores" se exhortó a los intelectuales comunistas a que expresaran sus tibios desacuerdos con el gobierno, después de lo cual fueron encarcelados o ejecutados. Así, las cien flores dieron paso a la "Campaña Antiderechista", dejando al arbitrario rencor personal de los altos funcionarios el pleno derecho de discriminar a los enemigos de clase. La última caza importante, antes de la Revolución Cultural, se produjo en 1959, una vez el mariscal Peng Dehuai, ministro de Defensa y futurible sucesor de Mao, criticó en un congreso del partido ciertos aspectos nimios del "Gran Salto Adelante". Inmediatamente, el déspota rojo olvidó todo el afecto que sentía por Peng y lo tildó como un "oportunista de derechas", ordenando la captura urbi et orbi de sus seguidores.
Aunque todas estas medidas puedan parecer suficientes y válidas por sí mismas para robustecer la burocracia dominadora de Mao Zedong, hay un aspecto, sobre el que no suele hablarse generalmente, pero que constituye el motivo esencial de todos los males que aquejaron al país. El comunismo chino, al igual que en su día el soviético, consiguió descafeinar y debilitar hasta tal punto la familia que pasó a convertirse tan sólo en un instrumento con el que dar respuesta a los sueños de explosión demográfica del régimen. Los hijos pasaron a maltratar y denunciar a sus padres, los funcionarios antepusieron los intereses del partido al afecto familiar y el amor se convirtió en un vicio burgués. Este proceso de deshumanización personal a partir de la degradación familiar, convirtió a los chinos en pobres autómatas que seguían los designios de su Gran Timonel. Se vivía por una inercia servil y se moría por el capricho ajeno. Los valores perdieron todo su sentido y el individuo desapareció de facto para insertarse en una marea roja manejada por los vientos maoístas.

Cisnes Salvajes es el reflejo de esa época, de ese suicidio colectivo asumido con orgullo. Una novela imprescindible para comprender cómo pudieron los chinos elegir el camino de la inmolación y revivir la que fue, sin duda, la dictadura más sangrienta de la historia, pero al momento también una de las más admiradas por nuestros "inigualables" intelectuales orgánicos.

2 comentarios:

  1. q verga necesito el cuento

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  2. Muy buenos días, me gustaría unirme al grupo, con quien tendría que ponerme en contacto?

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